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—REVISTA DIGITAL—

EL VINO DE LA SOLEDAD.

Iréne Némirovsky

Considerada como la novela más personal y autobiográfica de Némirovsky, narra la vida de una millonaria familia judía rusa que divide su rutina entre Ucrania y la vida parisina a la que la madre, dama muy bella y de alta sociedad está más que acostumbrada.


El padre es un hábil hombre de negocios que pasa su vida entre el juego y los negocios, abriendo y cerrando compañías con jugosas ganancias.

Vida en la que la pequeña Elena hija del matrimonio no tiene cabida y pasa sus días
acompañada de su nana, una francesa que la quiere y cuida como su hija.


En el entorno de una Europa bélica, la vida de la familia se desarrolla en diferentes ciudades
de Ucrania, San Petersburgo, Finlandia y finalmente París donde la familia se instala tras el
estallido de la revolución rusa.


La pequeña Elena va tomando odio hacia su madre y cada día va creciendo esa sed de
venganza por el poco amor y atención recibida tanto a ella como a su padre.


Una novela que en lo personal me parece estupendamente narrada y que nos permite
conocer la vida de la alta sociedad en los conflictos bélicos, si es verdad que las guerras son
terribles, definitivamente no son iguales para todos y no todos tienen los medios o las
habilidades para sobrellevarlas o salir de ellas en el momento que así lo requieran.

Acompañamos a Elena en su crecimiento de los 8 años hasta convertirse en una bella
adolecente quien nos comparte sus pensamientos y sentimientos de cada etapa de su
crecimiento, el amor, el odio, la ternura, el miedo, la felicidad, una serie de sentimientos
entretejidos en una interesante y maravillosa novela.


Sobre la autora.
Iréne Némirovsky, nacida el 24 de febrero de 1903 en Kiev Ucrania y fallecida en Auschwitz,
Polonia el 17 de agosto de 1942. Hija de un banquero judio ruso, educada por una institutriz
francesa, convertida al catolicismo fue detenida en julio de 1942 por la policía francesa y
enviada a Pithiviers para ser enviada posteriormente a Polonia donde moriría de Tifus. Sus
hijas vivieron escondidas y ayudadas por amigos de la familia siempre resguardando la
valija donde guardaban los manuscritos de su madre, entre ellos la de su novela más
conocida LA SUITE FRANCESA.

Por: Miguel Sánchez